miércoles, 29 de agosto de 2012

CABLE A TIERRA

Después de una temporada desconectada en lo posible de cualquier tipo de responsabilidad y con mucho tiempo para pensar he tenido la suerte de escucharme en voz alta.
Recobrar ánimos y energía para continuar con las metas que ya os he venido contando en anteriores publicaciones.

El incorporarme en la rutina es una necesidad casi primitiva a mi edad. Veo que 25 años es un recordatorio constante de que el tiempo hay que aprovecharlo y quiero aprovechar.

Inicio septiembre con nuevos retos intelectuales. Creo que es bueno soñar y ser soñadores  pero siempre con el cable echado a tierra, cable que nos permita recordar la lucidez de nuestros propósitos.




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